Welcome to New York, Oscar! / ¡Bienvenido a Nueva York, Oscar!
By June 5, 2017
¡Bienvenido a Nueva York, Oscar!
Members of the Boricua [Puerto Rican] Diaspora and many supporters of the cause of Puerto Rican liberation are celebrating the presence of former political prisoner Oscar López Rivera in New York City.
The board of directors of the Puerto Rican National Parade of New York had chosen to honor López Rivera. As they explained on their webpage nprdpinc.org: “The decision to integrate López Rivera in the parade was taken to honor the commitment and hard work of thousands of people — Puerto Ricans or not — whose efforts contributed to the commutation of his sentence. At the same time, we seek to make known the history of Oscar López Rivera, the serious colonial situation in Puerto Rico and the questions of identity that continue to arise, even today.”
However, corporate and pro-colonialist voices quickly began to threaten the board’s decision. Corporations, including AT&T, Coca-Cola, the Yankees baseball team, JetBlue, Univision and Goya Foods withdrew their backing. Right-wing political groups and individuals like New York Gov. Andrew M. Cuomo, organizations of police and firefighters said they would not march in the parade. Right-wing Puerto Rican politicians in both the U.S. and Puerto Rico also added their voices to this complaint, including the current governor of Puerto Rico, Ricardo Roselló, who — incongruously — had asked for the release of López Rivera last year.
To put a stop to the growing divide between Puerto Ricans, López Rivera wrote to the parade’s board rejecting his nomination: “Instead of being honored, I am transferring that honor, as I indicated in a June 1 publication, to our Pioneers who came to the United States and opened doors. … As I also stated in the published editorial, I will march in the parade as a humble Puerto Rican and grandfather, who at 74, after serving 35 years in prison, remains committed to help to raise awareness about the crisis in Puerto Rico.” (telemundopr.com, June 2)
The star presence of this Puerto Rican hero in the parade has highlighted what is really happening in the Puerto Rican nation: the struggle for the very survival of Puerto Rican identity that is confronting the immense assault of imperialist capitalism, represented more forcefully in Puerto Rico by U.S. annexationist forces. What has always existed in Puerto Rico since the Yankee invasion in 1898 is again developing: the confrontation between imperialism and independence.
Now that the Puerto Rican people are confronting the murderous onslaught of a fiscal control board — this junta is the true PR government — which represents U.S. capitalist interests imposed by the U.S. Congress itself, attempts are made once again to muzzle those calling for liberation.
On this 60th anniversary of the Puerto Rican Parade of New York — and at the 100th anniversary of the imposition of the United States’ nationality on the Boricua people — it is necessary to recall the origins of the parade.
It was born out of the effort to overcome the racism and xenophobia experienced by the first Puerto Ricans who had to emigrate to New York City in the 1950s. It was to bring a sense of community and Boricua solidarity within the coldness of the city of New York.
But also, author Nelson Denis reminds us in his article, “The Deep Secret of the Puerto Rican Day Parade,” (waragainstallpuertoricans.com), that its origin came only one year after the criminal Law 53 or Gag Law was repealed in PR. Under this law, ten years of prison were imposed on those who carried a PR flag or sang the national anthem, or whoever said a single word against the U.S. tyranny. For nine years the Boricua people lived under this gag, which meant the arrest of thousands. According to the article, 3,000 people were arrested in a single week, including 8-year-olds.
The presence of thousands of Puerto Rican flags in the parade and — by extension — the deep love every Puerto Rican has for that flag, consciously or unconsciously, can be traced back to this prohibition.
Today, most Puerto Rican people reside in the United States as a result of the largest migratory wave in Puerto Rican history, itself caused by the lack of jobs and resources in the archipelago. Now, when the presence of Oscar López represents that desire for unity while seeking a real solution to the immense social, political and economic crisis of the Puerto Rican archipelago, a solution that could only be for the benefit of the people under independence as the only formula leading to true sovereignty, the intention of imperialism is to muzzle the voices of liberation.
Joubert-Ceci is editor of the Mundo Obrero page of the weekly Workers World-MO, and a member of the Philadelphia/Camden Boricua Committee.
¡Bienvenido a Nueva York, Oscar!
Miembros de la Diáspora Boricua y muchas personas solidarias con la causa de la liberación puertorriqueña celebran la presencia del ex prisionero político Oscar López Rivera en la Ciudad de Nueva York.
La junta directiva del Desfile Nacional Puertorriqueño de Nueva York había seleccionado honrar a López Rivera. Como explican en su página nprdpinc.org, “La intención de integrar a López Rivera en el desfile es para honrar el compromiso y el trabajo duro de miles de personas, puertorriqueños o no – cuyos esfuerzos contribuyeron a la conmutación de su sentencia. Al mismo tiempo, buscamos dar a conocer la historia de Oscar López Rivera, la grave situación colonial en Puerto Rico y las cuestiones de identidad que siguen surgiendo, incluso hoy”.
Sin embargo, voces corporativas y colonialistas rápidamente comenzaron a amenazar. Las corporaciones, entre ellas la AT&T, Coca-Cola, los Yankees, JetBlue, Univision y Goya Foods retiraron sus auspicios. Grupos y personas políticas de derecha como el gobernador de NY Andrew M. Cuomo, la policía y los bomberos dijeron que no marcharían. Políticos derechistas puertorriqueños tanto en EUA como en PR también unieron sus voces a esta protesta, incluyendo al actual gobernador de PR Ricardo Roselló quien – incongruentemente – había abogado por la excarcelación de López Rivera.
López Rivera escribe
Para dar fin a la creciente división entre las y los puertorriqueños, López Rivera escribió a la Junta del Desfile rechazando su designación: “En vez de ser homenajeado, estoy otorgando ese honor, como indiqué en una publicación el 1 de junio, “a nuestros pioneros que vinieron a Estados Unidos y abrieron puertas”… “Como también manifesté en el editorial publicado, marcharé en la parada, como un humilde puertorriqueño y abuelo, quien a los 74 años, tras servir 35 años en la cárcel, continúa comprometido a ayudar a levantar consciencia sobre la crisis en Puerto Rico”. (telemundopr.com, 2 de junio)
La presencia estelar de este héroe boricua en el desfile ha resaltado lo que realmente se perfila en la nación puertorriqueña: la lucha por la sobrevivencia misma de la puertorriqueñidad frente al inmenso ataque del capitalismo imperialista, representado con más ímpetu en PR por las fuerzas anexionistas a los Estados Unidos. Vuelve a desarrollarse lo que siempre ha existido en PR desde la invasión yanqui en 1898: la confrontación entre el imperialismo y la independencia.
Ahora que el pueblo boricua se enfrenta a la asesina embestida de una Junta de Control Fiscal – el verdadero gobierno en PR – que representa los intereses capitalistas estadounidenses impuesta por el mismo Congreso de los Estados Unidos, se intenta amordazar nuevamente las expresiones de liberación.
En este aniversario número 60 del Desfile Puertorriqueño de NY – y a los 100 años de la imposición de la nacionalidad estadounidense sobre el pueblo boricua – hay que recordar los orígenes del desfile.
Nació por el esfuerzo de superar el racismo y la xenofobia que experimentaron las y los primeros boricuas que tuvieron que emigrar a NY en los años 50. Para traer un sentido de comunidad y solidaridad patria dentro de esas frías entrañas neoyorquinas.
Pero también nos recuerda el autor Nelson Denis en su artículo The Deep Secret of the Puerto Rican Day Parade ( El profundo secreto del Desfile Puertorriqueño) waragainstallpuertoricans.com, que su origen solo fue apenas a un año de haberse derogado la criminal Ley 53 o Ley de la Mordaza en PR. Bajo esta ley se imponían diez años de cárcel a quienes tuvieran una bandera de PR, a quienes cantaran el himno nacional, a quienes dijeran una sola palabra en contra de la tiranía estadounidense. Por nueve años el pueblo boricua vivió bajo esta mordaza que significó el arresto de miles – según el citado artículo fueron arrestadas 3,000 personas en una sola semana, incluyendo niños de 8 años.
La presencia de miles de banderas puertorriqueñas en el desfile – y por extensión – el profundo amor a esa bandera de toda persona boricua se remonta tal vez a esta prohibición, consciente o inconscientemente.
Hoy, cuando la mayoría del pueblo boricua reside en los Estados Unidos como resultado de la ola migratoria más grande de la historia de PR por la falta de empleos y recursos en el archipiélago. Ahora, cuando la presencia de Oscar López representa ese afán de unidad, de búsqueda de una solución real a la inmensa crisis social, política y económica del archipiélago boricua, solución que solo podría ser en beneficio del pueblo bajo la independencia como única fórmula de verdadera soberanía, se pretende amordazar las voces libertarias.
Joubert-Ceci es redactora de la página Mundo Obrero del semanario Workers World-Mundo Obrero, y miembro del Comité Boricua Filadelfia/Camden.
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